Es la técnica quirúrgica que nos permite eliminar el exceso de piel y grasa del abdomen. En el caso de mujeres que han tenido uno o múltiples embarazos, con este procedimiento podemos además reposicionar y tensar los músculos rectos abdominales, recuperando forma y tono. 

Deja como resultado una cicatriz en el ombligo y otra en la parte inferior del abdomen que intentamos esconder justamente detrás de la ropa interior, y que suele ser del mismo ancho del tejido descolgado. También en casos mas extremos, se puede realizar una abdominoplastia en “Flor de Liz” o en cinturón, cuando la Dermolipectomia clásica no es suficiente.

Se puede combinar con otros procedimientos como la liposucción, y de acuerdo con esto varia su duración y recuperación, siendo la duración media de una abdominoplastia convencional entre 2 y 3 horas, con 2 noches de hospitalización y con una recuperación que requiere del uso de fajas por entre 1 y 3 meses, y que permitirá la vuelta a la actividad laboral en aproximadamente 3 a 4 semanas y el ejercicio en 3 meses.